NOTAS LOGOPÉDICAS SOBRE LA FATIGA POST-COVID

Por: Marcelo Rodríguez. Logopeda en CRL. Madrid

 

En este ámbito pandémico, cada vez es más común que el logopeda atienda a pacientes con  secuelas de largo plazo por infección vírica por covid-19.

Entre la variedad de síntomas que describe la clínica postcovid son extremadamente relevantes aquéllos que afectan a las funciones que el profesional acomete en su día a día, como son  los trastornos funcionales de laringe y de vías respiratorias (disfonía, disfagia, sensación de globo y disnea). Así mismo, estos trastornos funcionales se asocian con malestar psicológico y síntomas de fatiga, que a su vez deberán tener la oportuna respuesta asistencial.

Asumiendo esta variabilidad, quisiera centrarme, en este comentario, en una de las secuelas más frecuentes que encontramos los terapeutas (logopedas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y neurorrehabilitadores),  la fatiga, asociada generalmente a un cuadro similar al síndrome de fatiga crónica  (EM/SFC) con gran repercusión para el desarrollo de la terapia en pacientes postcovid.

El síndrome de fatiga crónica es una  grave enfermedad multisistémica, incapacitante a largo plazo (1,2) Los síntomas clave de esta enfermedad se centran en: fatiga mental y física profunda, alteración del sueño y el dolor crónico.  El síndrome de fatiga crónica está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como enfermedad neurológica con G93.3 en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD). (3)

La epidemiología ha mostrado que su prevalencia en pacientes con COVID-19 (2,5%), es casi similar a la prevalencia en la población general no infectada por COVID-19 (2%). (4)

El conocimiento actual de los mecanismos patológicos, contempla que existe un desequilibrio inmunológico, autonómico y metabólico en la encefalomielitis miálgica/ síndrome de fatiga crónica (EM/SFC) postinfeccioso; así sugiere que la enfermedad causada por la COVID-19 da como resultado una fuerte respuesta inflamatoria y hay evidencia de autoinmunidad desencadenada por ella, con similar sintomatología, que cumple los criterios diagnósticos de EM/síndrome de Fatiga Crónica. (5)

Aunque todavía no existe un tratamiento específico para este síndrome, más allá del sintomático, desde el punto de vista no farmacológico sí existe un programa de tratamiento de regeneración mitocondrial mediante oxigenoterapia para mejorar la falta de energía. El programa está dirigido a destruir las mitocondrias viejas y agotadas, y acelerar la proliferación de las mitocondrias sanas y fisiológicamente más jóvenes. Se pretende con la terapia de  regeneración mitocondrial: equilibrar el sistema nervioso autónomo, aumentar la capacidad respiratoria, mejorar sistema inmunológico, equilibrar la producción de energía celular y de carbohidratos/grasas, además de  disminuir el dolor, la inflamación generalizada y la fatiga. (6,7)

En fin, considerar estas bases anatómicas, fisiológicas y funcionales, que en nuestro ámbito afectarán, en mayor o menor medida, a funciones respiratorias, vocales, o deglutorias,  nos facilitará comprender la manera de perfilar el patrón de actuación terapéutico para cada paciente. Partiendo de la base que este tipo de síntoma requerirá, por nuestra parte, de un tratamiento de cuidado sintomático, para la mejor planificación de los objetivos funcionales. Sería recomendable, que estos objetivos fueran aplicados, en la medida de lo posible, desde los primeros instantes en las unidades de agudos y realizar un seguimiento del paciente hasta las unidades ambulatorias. (8)

Igualmente importante resultará que, mientras el paciente esté ingresado,  realice actividades terapéuticas, prescritas y monitorizadas por el profesional responsable de área, basadas en ejercicios de tipo respiratorios, movimiento articular pasivo, estiramientos y caminar siempre que sea posible y oportuno para una buena evolución y mejorar su  calidad de vida (9).

Aunque en este comentario hablemos concretamente sobre logopedia.

El programa de ejercicios incluirá, a grandes rasgos: respiración, resistencia aeróbica y ejercicios de equilibrio, además de  coordinación dinámica en general y respiratoria y laríngea (pneumofónica), en particular (10), el enfoque estará orientado a lograr que las actividades de la vida diaria pueden llevarse a cabo adecuadamente.

 

Nuestra actuación asumirá la particular limitación de la fatiga, que hará imprescindible distribuir los ejercicios a lo largo de la jornada en breves tandas,  seleccionando la complejidad gradual pertinente. Se respetará la comodidad del paciente y en ningún momento se forzará el umbral de ejercicio, dado que sería contraproducente, como señalan las evidencias actuales respecto la terapia de ejercicio gradual. (11)

Desde nuestra experiencia, para controlar y evitar síntomas de fatiga, en la medida de lo posible, hacemos  hincapié en la automonitorización del esfuerzo mediante registro de escala de disnea del tipo escala MRC modificada (Medical Research Counceling), o escala de Borg, (12,13) junto con el seguimiento de constante vitales (pulso cardíaco y saturación de O2) y plan de tarea realizada diversificando el esfuerzo, con lo que el paciente logra hacerse consciente de su umbral, y de cuándo, y en qué ejercicio registrado, ha superado el límite que le provoca una probable recaída en su estado de fatiga. Así mismo, abogamos por acompañar el tratamiento de esta enfermedad con técnicas de base cognitivo-conductual mediante registros de evolución sintomáticos que apoyen nuestra intervención y ofrezcan una base cognitivo-conductual al psicólogo para afrontar psicológicamente su situación. (14,15)

De igual manera, en lo que a logopedia se refiere el profesional centrará su actuación en recuperar y reestablecer, en la medida de lo posible, patrones de habla adecuados, dado que ya sea por el fallo en el soporte respiratorio, debilidad muscular costodiafragmática, disfunción laríngea, y la consecuente actuación de patrones compensatorios, por lo que el paciente establece conductas viciadas de baja efectividad y de abuso. Por ello, sería aconsejable que implementemos nuestro tratamiento una vez que desde fisioterapia respiratoria han estabilizado y preparado de forma ventilatoria al paciente. (8,16)

Igualmente,  ante esta secuela de largo alcance, tan similar al Síndrome de Fatiga Crónica,  al ser multisistémica y limitante es necesario actuar de manera coordinada junto con otros compañeros (fisioterapeutas) pero,  dado el componente cognitivo, especialmente también con neuropsicólogos y terapeutas ocupacionales para que, aquellos pacientes postcovid susceptibles de ello, puedan recibir variedad de formas de terapia para la estimulación cognitiva e influya, de manera funcional,  en la vida diaria con el incremento de su calidad de vida.

Señalar en este síndrome de fatiga,  el papel esencial de los aspectos dietéticos-nutricionales, donde el logopeda contribuirá al incremento de calidad de vida del paciente, asesorando tanto a la familia como al mismo paciente, sugiriendo pautas para mejora del sabor y textura de los alimentos si fuera posible o,  si fuera el caso,  recomendando dieta facilitadoras y seguras.

Por último, aunque no es parte del síndrome por fatiga en sí mismo, sí es muy habitual, en el contexto pandémico actual, que se presente prevalencia de pacientes que han perdido transitoriamente su sentido del olfato y por tanto también del gusto. En estos casos habrá que implementar programas de estimulación olfativa.

 

REFERENCIAS:

  1. García-Moncó, J. C. Cuadros clínicos neurológicos asociados a la infección por otros coronavirus. Manual COVID-19 para el neurólogo general, 5.

 

  1. Sweetman, E., Kleffmann, T., Edgar, C., de Lange, M., Vallings, R., & Tate, W. (2020). A SWATH-MS analysis of Myalgic Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome peripheral blood mononuclear cell proteomes reveals mitochondrial dysfunction. Journal of translational medicine, 18(1), 1-18.

 

  1. Kedor, C., Freitag, H., Meyer-Arndt, L. A., Wittke, K., Steinbeis, F., Haffke, M., … & Scheibenbogen, C. (2021). Chronic COVID-19 Syndrome and Chronic Fatigue Syndrome (ME/CFS) following the first pandemic wave in Germany: a first analysis of a prospective observational study. medRxiv.

 

  1. Simani, L., Ramezani, M., Darazam, I. A., Sagharichi, M., Aalipour, M. A., Ghorbani, F., & Pakdaman, H. (2021). Prevalence and correlates of chronic fatigue syndrome and post-traumatic stress disorder after the outbreak of the COVID-19. Journal of neurovirology, 1-6.

 

  1. Rodríguez Y, Novelli L, Rojas M, et al. Autoinflammatory and autoimmune conditions at the crossroad of COVID-19. Journal of autoimmunity 2020;114:102506

 

  1. Lucas, K., Rosch, M., & Langguth, P. (2020). Molecular hydrogen (H2) as a potential treatment for acute and chronic fatigue. Archiv der Pharmazie, e2000378.

 

  1. Muralidharan, G., & Rao, G. H. (2020). Oxygen as a therapeutic drug: Hyperbaric oxygen therapy. Biomedical and Pharmacology Journal, 13(2), 521-528.

 

8.Izquierdo, M., Morley, J. E., & Lucia, A. (2020). Exercise in people over 85. BMJ: British Medical Journal, 368, m402-m402.

 

  1. Zhu, Y., Wang, Z., Zhou, Y., Onoda, K., Maruyama, H., Hu, C., & Liu, Z. (2020). Summary of respiratory rehabilitation and physical therapy guidelines for patients with COVID-19 based on recommendations of World Confederation for Physical Therapy and National Association of Physical Therapy. Journal of physical therapy science, 32(8), 545-549.

 

  1. Morley, J. (2020). COVID-19—The Long Road to Recovery. The Journal of Nutrition, Health & Aging, 1-3.

 

  1. National Institute for Health and Clinical Excellence. Chronic fatigue syndrome/myalgic encephalomyelitis (or encephalopathy): diagnosis and management of CFS/ME in adults and children. London: NICE, 2020 (Nov.2020) https://www.research.manchester.ac.uk/portal/files/182545382/document.pdf
  2. Roca, G. S., & de la Fuente Cañete, A. Valoración del paciente con disnea. Escalas de medición. https://www.neumosur.net/files/publicaciones/ebook/21-DISNEA-Neumologia-3_ed.pdf
  3. Mera, T., Guzmán Menéndez, G., Morán Luna, L., & De la Torre Ortega, L. (2020). Disnea e impacto en la calidad de vida de los pacientes COVID-19 después del alta hospitalaria. Revista Vive, 3(9), 166 – 176. https://doi.org/10.33996/revistavive.v3i9.57
  4. Adamson, J., Ali, S., Santhouse, A., Wessely, S. and Chalder, T. (2020). Cognitive behavioral therapy for chronic fatigue and chronic fatigue syndrome: results from a specialist clinic in the UK. Journal of the Royal Society of Medicine, 113 (10), 394-402.

 

  1. Polo Ferrández, C. (2020). Efectividad del ejercicio terapéutico graduado y la terapia cognitivo conductual en el síndrome de fatiga crónica: una revisión sistemática.

 

  1. Pinzón-Ríos, I. D., Enrique-Moreno, J., Rodríguez, L. C., Reyes, M. M., & Torres, J. I. (2021). Fisioterapia respiratoria en la funcionalidad del paciente con Covid-19. Archivos de Medicina, 21(1)

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