DISFONÍAS EN PACIENTES COVID.

 

El COVID-19 está provocando una importante cantidad de secuelas posteriores en muchos pacientes. Una de la más habituales es la afectación de todo el sistema respiratorio. Entre los síntomas frecuentes provocados por el COVID nos encontramos con cuadros de disneas, lesiones pulmonares, tos frecuente e intensa, irritación de laringe, daños provocados por intubaciones prolongadas y pérdida del gusto y el olfato.

A lo largo del transcurso de la enfermedad, los pacientes pueden ver muy disminuida la capacidad respiratoria, y, como consecuencia de ello, ver afectada su calidad vocal. Frecuentemente puede aparecer una Disfonía secundaria a los síntomas descritos anteriormente.

El sonido de nuestra voz, se produce como resultado del movimiento de las cuerdas vocales que vibran por el flujo de aire impulsado desde los pulmones que se amplifica en las cavidades de resonancia.  Sin un apoyo aéreo adecuado, el sonido o bien no se produce, o bien es defectuoso, lo que técnicamente llamamos “Disfonía”, que implica una pérdida de las cualidades vocales, el tono, la intensidad y el timbre.

Además de los problemas que suponen para la producción de la voz la pérdida de apoyo aéreo y la baja capacidad respiratoria, el uso obligatorio de la mascarilla y el mantenimiento de las distancias por la situación pandémica, están provocando consecuencias negativas para la salud de la laringe en las personas que han padecido esta enfermedad.

La mascarilla produce diferentes limitaciones, respiratorias para producir el sonido de la voz y elevar su intensidad, acústicas porque actúa como filtro del sonido y expresivas al privar a la comunicación del elemento gestual-expresivo que proporciona una información implícita fundamental.

En este sentido, es fundamental reconocer los signos de fatiga vocal o cambios en la voz que se producen cuando hablamos y realizar los cuidados que resultan imprescindibles para mantener en una voz saludable

Signos de fatiga vocal

  • Habla monótona
  • Tono medio hablado desplazado ya sea hacia los graves o a los agudos
  • Reducción del control de la intensidad de voz
  • Reducción de la proyección vocal
  • Reducido control en la cualidad de la voz
  • Reducción del brillo de la voz, ronquera
  • Voz soplada
  • Garganta apretada, tensión en la zona superior del cuerpo
  • Garganta seca
  • Odinofonía
  • Quiebras vocales
  • Tensión cervical
  • Necesidad de carraspear. Necesidad de tragar (sensación de moco, globo)
  • Temblor en la voz

Aplicar:

  • Hidratación frecuente, es recomendable beber al menos litro y medio de líquido al día.
  • Lubrificación, hidratar directamente las cuerdas vocales y mucosa laríngea mediante la inspiración de aire a través de una gasa mojada en agua o suero fisiológico durante unos minutos antes de tener que hablar un rato prolongado.
  • Reposo vocal, hablar lo imprescindible.
  • Calentamiento vocal, con ejercicios sencillos de mantenimiento de sonidos monocordes y pequeñas escalas haciendo sonidos vibrantes (puede ser una “pedorreta” mantenida, el sonido de una moto “rrrr” mantenida…)
  • Practicar técnicas de apoyo y ampliación de la capacidad respiratoria.

 

La rehabilitación logopédica, aplicada de manera sistemática, está enfocada a recuperar y/o mejorar toda la sintomatología y las limitaciones que presentan estos enfermos. Los logopedas, especialistas en este campo, somos los profesionales que podemos ayudar a recuperar la mejor calidad de voz posible en los pacientes que han visto como sus posibilidades de comunicación se han alterado por este virus.

 

Mar Becher

Logopeda y Psicóloga

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